En 1051 Magazine nos encanta descubrir joyas musicales, buscar entre la ingente cantidad de lanzamientos diarios que nos llegan. Y este disco que presentamos hoy ha venido sonando con insistencia en nuestra oficina, y cada vez que lo hacía, nuestro amor por sus temas crecía de manera imparable.
Probablemente la razón principal sea su extraordinario trabajo en el apartado percusión y base rítmica. Quizás lo más sorprendente del año en este aspecto. Y lo más increíble es que su autor casi lanza la toalla hace un año. Así lo contaba hace unos días en su cuenta de Facebook:
«Es una locura pensar que hace un año estaba dispuesto a abandonar mi carrera musical. Hice este EP realmente para mí en ese momento, algo que se sintiera como algo real sin ninguna duda. Ahora, la respuesta me ha sorprendido. Me siento más conectado a mi comunidad de lo que me he sentido en toda mi vida. Compartir mi historia a través de mi música me ha hecho darme cuenta de que no estoy solo por todos los mensajes que he recibido de vuestras historias.
Este EP me ha dado una segunda vida cuando menos lo esperaba y estoy realmente agradecido a todos y cada uno de los que me habéis apoyado durante estos últimos meses. Este disco me ha permitido reconciliarme con mi identidad y estar orgulloso de mi herencia egipcia. No puedo esperar a que todos lo escuchéis el viernes y, lo que es más importante, estoy deseando emprender el viaje que me espera. Todos habéis hecho esto posible. Con cariño Mok»
Mok es Moktar, un artista de nacionalidad australiana, nacido en Sydney y afincado en Melbourne pero con raíces y ascendencia egipcia. El disco al que se refiere y del que hablamos hoy en 1051 Magazine es Moktar, un mini album de cinco canciones realmente notable. Una de esas joyas que nos deleita descubrir.
Moktar es un elemento conocido en la escena local, de Melbourne, habiendo tocado en múltiples bandas y producido y remezclado a artistas australianos. Pero el lanzamiento de su disco de debut ha marcado el inicio de una búsqueda hacia sus raíces en Oriente Medio, que se han convertido en una fuente de orgullo e inspiración expresada a través de su música. De nuevo volvemos a sus palabras, que explican a la perfección ese orgullo e inspiración que le ha llevado a crear su primer disco:
«Durante la mayor parte de mi vida me hicieron creer que ser de Oriente Medio sólo tenía connotaciones negativas. Hoy me siento orgulloso de ser egipcio, completamente cómodo en mi propia piel, y dispuesto a compartir mi historia a través de la música con el fin de ayudar a los demás. DJ Plead es libanés de Sidney, y entrelaza muchas influencias de Oriente Medio en su música. Observando su progresión y cómo la gente reaccionaba a su música de forma tan positiva me dio mucha confianza para salir a la calle y hacer lo mismo. No hay mucha gente de Oriente Medio que tenga una plataforma en Australia y me gustaría empezar a utilizar la mía para inspirar a la gente, como hizo DJ Plead conmigo»
El resultado son cinco temas de altísima calidad editados en Steel City Dance Discs. Cinco escuchas que te atrapan desde el primer segundo, con un trabajo de bases rítmicas cuidadísimas, combinando elementos árabes con líneas de bajo adictivas y vocales que se añaden en su justa medida. El disco se abre con Silk, un relato en el que Moktar cuenta lo difícil que ha sido crecer en Australia, nadando en ocasiones contracorriente debido al racismo, a sentirse avergonzado de sus orígenes. Le sigue Lemon, que al igual que Silk fueron elegidos como singles de adelanto, con otra base rítmica penetrante e hipnótica, combinada con melodías tribales. Drip nos trae otro trabajo de orfebrería rítmica, a la que se van añadiendo elementos de percusión y melodías melancólicas. En el siguiente corte, Moktar nos traslada a un viaje con sonidos de darkouba que combina luego con una base rítmica electro; una locura sónica de narcótico resultado llamada Blue. Para cerrar el disco llega Cotton, un crescendo que se inicia con un patrón de sintetizador que rompe de nuevo otra excelente base rítmica.
Nos alegramos de que Moktar no se rindiera un año atrás. Esperamos que esa gira que inicia en diciembre en tierras australianas se prolongue, que llegue a nuestras latitudes y que siga produciendo música, y que lo haga con ese amor a sus raíces, porque el resultado será estupendo.
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