Ha habido momentos cumbre en la creatividad de la música electrónica, y, al que haremos referencia en estas palabras, sin duda que fue uno de ellos. El paso del tiempo así lo ha demostrado.

Era una época en la que gente como Richard D. James (aka Aphex Twin), Autechre, Boards of Canada o quien nos ocupa hoy, Squarepusher, deslumbraban al universo electrónico underground con creaciones impactantes.

Tom Jenkinson, más conocido como Squarepusher, nace en Chelmsford, Essex, UK, en el año 1975, y desde muy joven, vive amarrado al mástil de un bajo (aunque también toca la batería), creciendo bajo la escucha de monstruos del Jazz como Coltrane y Davis. Con doce años empieza a tocar Trash Metal con una banda local, y así transcurre su adolescencia hasta que en el año 1991 el Acid y el House entran en su vida, cambiando definitivamente su orientación musical.

En esos días, Richard D. James, a quien Jenkinson cita como una de sus más importantes y tempranas influencias, empieza a editar sus trabajos, y abre una importante via de expresión para otros grandes autores de eso que se llevo a llamar tiempo más tarde la IDM (Intelligent Dance Music). Aunque personalmente siempre me gustó mucho más la denominación slang: drill`n´bass.

En el año 1993 llegó la primera grabación de Tom, y en los dos siguientes años, su carrera toma un impulso ascendente que le lleva desde remezclar a DJ Food hasta a rechazar dos contratos discográficos, uno con Ninja Tune y otro con la belga R&S. Hubo un hecho fundamental, que fue el conocer y encontrarse con Richard D. James, que le ayuda a seleccionar el tracklisting de lo que iba a ser su primer álbum y le convence para sacar ese disco en su sello, Rephlex, a través de los verdaderos especialistas en ese sonido, Warp Records.

De esa manera nace Feed Me Weird Things, el debut de Jenkinson en tamaño larga duración, que ve la luz el 3 de junio del año 1996. Doce temas que deslumbran a crítica y público underground nada más ser oídos, que cimentan las bases de ese sonido que ya llevaban evangelizando unos pocos pioneros. En los surcos de esos dos 12″ de vinilo o en los codigos binarios de ese CD que salieron en la primera edición se puede escuchar influencias de múltiples géneros, como el drum and bass, el Acid, House o Techno, jugando con todos ellos para conformar un tremendo resultado. Pero quizás por su amor desde su más tierna infancia al bajo y a la batería, todo ello llegaba impregnado con un aroma orgánico que le distinguía de sus coetáneos.

 

 

Todo lo dicho unido a una increíble capacidad de sorpresa para el oyente. Tomemos un ejemplo, uno está oyendo la maravillosa Theme From Ernest Borgnine, que comienza casi en clave ambient, pasado un minuto llega una maravillosa base percusiva drum and bass elegante que nos transporta por todo el tema hasta que un minuto antes de su finalización, una orgía Acid arrasa con todo lo establecido hasta el momento.

Feed Me Weird Things es sin duda una piedra angular de la música electrónica de nuestros días, casi como cualquier pieza de la discografía de Jenkinson o de cualquiera de los otros artistas citados al comienzo de este artículo.

Creo que una de las mejores definiciones de lo que significó este disco fue la vertida por Richard D. James en las notas interiores de la edición original:

«Squarepusher es alguien que se pregunta como suenan los agujeros de una flauta sin la flauta. Suena como nunca antes sonó el sonido; Richard Rodgers y Julie Andrews nos dieron el sonido de la música, John Cage y Simon & Garfunkel nos dieron el sonido del silencio y ahora Squarepusher nos da el sonido del sonido»

En estos días, se ha cumplido el 25 aniversario de la edición de este álbum, y para celebrarlo, Warp ha remasterizado el sonido, le ha añadido dos temas más (Theme From Goodbye Renaldo y Deep Fried Pizza) y ha creado lujuriosas ediciones en vinilo, como la de 2 x 12″ + 1 x 10″ en vinilo transparente y libreto de 16 páginas.

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