photo Sami A. Korhonen
De nuevo nos llega otra joya de uno de nuestros sellos favoritos, Moodmusic Records. Esta vez bajo el nombre de Mitte Housing Authority, y con un disco de larga duración del mismo nombre.
¿Quien está tras esta denominación? Pues uno de los productores más inquietos (y legendarios) del underground berlinés de nuestros días, Klas-Henrik Lindblad, actuando con uno de sus alias más famosos, Freestyle Man.
Recibe la inestimable ayuda de otros dos personajes ligados a la escena de la capital alemana, aunque uno de ellos ahora esté afincado en Estocolmo. Norman Methner es el nombre de este primer partner in crime de Klas, DJ que también ha dedicado una gran parte de su vida al music business como booker, A&R y ocupaciones similares. El otro implicado es Clemens Kahlcke, más conocido como Cle, DJ y productor con más de treinta años de experiencia, agitador de la escena underground de Berlin y Munich.
Con esta tripulación, era difícil errar el objetivo. Klas es, musicalmente hablando, tremendamente versátil, porque ha tocado varios estilos con igual maestría (hace poco nos entregaba Electro de calidad, sin ir más lejos). Pero el House en cualquiera de sus variaciones es sin duda su mejor especialidad, siempre aderezado con un sello muy personal y con esas reminiscencias del sonido underground nórdico que nace en la década de los noventa.
Mitte Housing Authority es un álbum que debería ser reconocido como merece por sus méritos. Creado para la pista de baile, hay elegancia y finesse en todos sus temas. Empezando por el colorido y luminoso 7 Day Weekend, que deja paso a Do It Well, Disco House con filtrados que parece que va a ser un paseo por París y al final te lleva a Chicago de manera iremediable. Curiosity ataca con una línea de bajo que podría ser digna de cualquier trallazo Acid House, que se contrarresta con melodías en los pads de gran belleza, con un enérgico giro en la segunda mitad. Volvemos a Chicago de nuevo con Natural High, que es un hipnótico viaje con paradas en samples vocales, para llegar luego a sonidos muy teutones en la primera colaboración con Cle, Haunted. El siguiente corte, Riccione, empieza con percusión tropical para llevarnos a un terreno fronterizo con el Italo más cósmico, que desaparece con A1, que es pura energía en bassline rotundo y patrón melódico casi ácido. Todo ello se contrarresta con hermosos pads analógicos y sintetizadores saltarines, que deja paso a un ejercicio jazzístico llamado 1973, que parece tener como base un sample de un contrabajo acústico para realzar ese sabor. Cierran el disco un ejercicio de House clásico titulado Save A Prayer For Me, con piano y ráfagas vocales femeninas y el Acid Dub de A1, pura elegancia en modo ácido.
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